Tres muertes tres: la función que no podremos olvidar

No es la marquesina de un show circense, esta vez no vimos payasos ni acróbatas ni domadores de leones. En la pantomima que es el circo de la vida, el 25 de junio del 2009 será una fecha no podremos olvidar. Después de la tercera llamada, se subió el telón y empezó la función.

Primer acto. Muere Farrah Fawcett, el ángel de Charlie, el sueño americano de todos nuestros padres. Esta fue una muerte más que anunciada. Si tuviera que escribir su epitafio, pondría algo así como “Farrah Fawcett, una mujer”. Ella no solo fue bella, sino una actriz nominada al Emmy y al Globo de Oro. Como ángel caído, conoció el mundo del alcohol y las drogas y sufrió el maltrato físico que le propinaron hombres a las que ella amó. Fue madre y luchó hasta el final, no sólo por salvar su vida del cáncer de colon que padecía, sino para crear consciencia sobre las implicancias de este mal.

Segundo acto. Encuentran a Alicia Delgado muerta en su departamento. Un lazo de cuero alrededor del cuello, cortes en manos y espalda, y una puñalada a la altura del corazón evidencian una muerte violenta. Los reporteros entran en escena, agrediendo familiares y amigos e invadiendo la propiedad privada. El caso sigue en investigación, aunque la primera sospechosa fue Abencia Meza, su amiga íntima y con la que se hizo conocida más por su relación “más me pegas más te quiero” que por sus logros artísticos. Hoy sabemos un poco más de ella, una artista que tuvo que migrar a EEUU para encontrar un mejor futuro para ella y su hijo. Claro, muy pocos son profetas en su tierra.

Tercer acto. Y para cerrar con broche de oro, la peor noticia de todas. El Rey del Pop ha muerto. A los 50 años de edad, Michael Jackson no resistió un paro cardíaco. Del niño prodigio de “Los Jackson Five” no quedaba nada, del ícono pop de los 80´s aún teníamos algo que ver. El próximo 8 de julio comenzaba su gira por UK y las entradas se agotaron 8 minutos después de que salieran a la venta. Gran voz, mejor bailarín, niño explotado, pederasta, un hombre en blanco y negro. Michael Jackson definitivamente será recordado más por su obra que por su excéntrica biografía. Toda una generación llora su muerte. Thriller fue el videoclip que más nos asustó y la canción que más escuchamos (hasta mi primo Rafito celebró su cumple número 6 con una piñata gigante con la forma de Michael en su traje de Thriller), el paso del “caminante lunar” fue el que más ensayamos y muchos aprendimos inglés cantando “we are the world, we are the children”. Sólo a Jacko le perdonábamos la combinación de medias blancas y zapatos negros. El fin de una era.

El telón vuelve a caer y mañana será otro día. Como estos tres artistas lo sabían, el show debe continuar. Más casos de influenza A1H1 serán confirmados en el país, la interpelación a Yehude Simon seguirá su curso y el cuerpo de Alberto Andrade será cremado en estos días. Otras estrellitas de Hollywood y Chollywood ocuparán las primeras planas y el mundo seguirá girando. Otras muertes nos enlutarán, aquí, en Bagua o en Los Angeles, y el show deberá continuar.



PD: Los dejo con un Michael Jackson en la cumbre de su carrera. Hay que recordarlo así, se lo ha ganado.