Felices Mujeres Patrias

Ayer fue un día alegre. El Perú va a un mundial, pero no al largamente esperado mundial de fútbol, sino el de vóley. Eso sí, hoy debemos ganar a Brasil para que esta clasificación nos sepa a gloria, pero si no ganamos, igual ganamos… osea, mejor pregúntenles a todos los comentaristas deportivos que ya empezaron a escribir su novela (si, la misma que se inventan cuando el equipo de fútbol mete un gol pero les hacen tres, que si “jugamos como nunca y perdimos como siempre”… ni José Olaya es más héroe que ellos). Lo mismo pasó con “las matadorcitas” que quedaron sextas en el Mundial Sub-18 en Tailandia, a nada…

Esta semana, otra noticia feliz nos alegró la tarde del miércoles. Brenda Mau, una peruana casi nacionalizada española quedó segunda en el reality “Operación Triunfo”. Ditto, cantó como nunca, pero… para nosotros es la ganadora (¿¡?) – francamente no me gustaría estar en los zapatos de la madre que tiene que explicarle semejante complejidad a un niño de 5 años…

Ironías aparte, igual nos alegramos mucho por todas ellas, por la Mau porque su talento es grande y por las joyas del vóley de hoy porque no se dan por vencidas hasta que se toque el pitazo final. Segundas o primeras, representando o no al Perú, estas mujeres se cayeron, supieron ponerse de pie y se ganaron nuestro respeto. Pero sobretodo, porque le agregaron su chispita de color a las celebraciones más grises que hemos tenido por Fiestas Patrias.

Pero no es que sólo hayamos quedado segundas en todo, otras dos mujeres deportistas y peruanas son campeonas mundiales en deportes tan inusuales para mujeres como lo son el box y el surf, Kina y Sofi han sabido hacerse de un nombre y son reconocidas en el mundo entero. Otra que rompió con los estereotipos, esta vez del cine nacional, fue Claudia Llosa. No sólo es una directora mujer, sino es una directora joven. Ganó un Oso de Oro y todo cambió, pero no ha sido fácil, le fue como en feria por “atreverse” a mostrar una “realidad andina” no alineada con los derroteros setenteros que tantos directores, hombres y viejos, del cine peruano han mostrado sin éxito una y otra vez.

Kina, Sofi y Claudia no sólo lograron títulos personales, sino que dejaron que nos colemos en su éxito y eso ya es bastante. Sus triunfos han sido los nuestros y abrieron el camino para otras mujeres. No he visto a tanta chibola surfera desde Sofi o reportajes sobre la nueva camada de mujeres cineastas peruanas que prometen desde que Claudia se alzó con el Oso.

Imagino que me olvido de otras mujeres que también han alcanzado importantes logros, sin duda he citado a las más mediáticas. Con esto no quiero decir, por otro lado, que una mujer es más mujer o más peruana porque gane un concurso, un premio o un campeonato. Es más, siendo consecuente con mi propia idea de lo que es el éxito, lo que es un logro para ti necesariamente no será un logro para mí. El hecho mismo de estar vivo puede ser nuestro más grande logro, como el de dar vida o decidir no darla.

Pareciera que ahora las mujeres estamos de moda en el Perú -hasta acaban de lanzar un libro enterito sobre nosotras. Sirva esta nota para saludar a todas y cada una de las mujeres que diariamente hacemos patria. A las campeonas y sub-campeonas, a las mediáticas y a las anónimas, a las que estamos acá y a las que están fuera, a las madres biológicas y madres postizas, a las maestras y policías, a las que trabajan en casa, en la calle o en una oficina, a las que son padre y madre, a las que son esposas y suegras, a las jóvenes y ancianas. A todas ellas, ¡Felices Fiestas Patrias!