Hoy exactamente, hace 18 años, un grupo de terroristas acribillaban a mi vecino saliendo de su casa. Pusieron su cuerpo debajo del auto que conducía y lo hicieron volar en mil pedazos. Cuatro horas después, las vecinas iban de puerta en puerta recolectando esos pedazos que el viento se llevó.
Hoy le contaba esta historia a un par de niñas de 13 y 12 años y pusieron sus caritas en blanco. Dichosos los chibolos de hoy que no viven apagones ni se asustan con el sonido de los cohetes. Lo curioso es que ya se me estaba olvidando a mí también.
También hoy se cumplen 30 años del asesitanto del cura Arnulfo Romero en El Salvador y el domingo que pasó se celebró Día de la NO discrminación. Suena a lejano, suena a pasado. Lo curioso es que hoy Israel sigue bombardeando en Gazha y en Cuba Fidel apenas habla de la muerte de un disidente que llevaba 30 años prisionero. Las Abuelas de Mayo buscan ahora a bisnietos y Aung San Suu Kyi sigue prisionera en Burma por el solo hecho de ser opositora al dictador de turno. ¿Suena a siglo pasado, no?
Aún hoy en el Perú hay víctimas del terrorismo y existen pueblos con tres generaciones perdidas. Tanta tecnología y tanto "chorreo" nos hace perder la perspectiva del país en el que estamos viviendo. Por cierto, ¿no sienten que hay un hueco en la historia entre ésta y la generación inmediatamente anterior? Hace poco una amiga se quejaba de que los colegios no incluyen la época del terrorismo en las clases de Historia del Perú. Yo le pregunté si ella hablaba con su hija sobre lo que se vivió en el país durante esos años, ella me respondió que para eso está el colegio. Y así hasta que pasen cien años... El olvido colectivo es la parálisis social.
Una vez mi hermana me dijo que todas las generaciones de inicio de siglo son las inventivas, las temerarias, las creativas. Son las generaciones que reflexionan sobre los errores del pasado y construyen conocimiento colectivo para gozar una libertad individual. Así murió el Medioevo y empezó el Renacimiento, por ejemplo.
Lo que sí está claro es que la generación de hoy tiene una nueva agenda social. En la tele hay un nuevo tipo de publicidad, el del emprendedor y el de la soñadora que creen que nada es imposible y se ríen de los pesimistas. Historias de peruanos exitosos que la hicieron linda. La agenda colectiva se cambió por la agenda individual. Está bien, tenemos que seguir adelante, hacer "move on".
Hoy la consciencia social es verde, si no el mundo se acaba y con él nuestros vecinos de flora y fauna. Hoy no todos somos iguales, sino distintos y en eso radica nuestro valor, en ser diferentes unos de otros, ser individuales. Entre lo social y lo individual, me considero un híbrido. A mis 32 años pertenezco a varias generaciones, tengo un pie en el pasado y otro en el futuro. Respondo a estímulos de los 80´s, 90s y 2000s, reflexiono sobre las fracturas sociales que aún no sanan y creo en el "¡sí se puede!".
A mi favor debo decir que soy una persona optimista y siempre he creido que todos podemos ver el lado brillante del camino, hasta los más pesimistas, ésos que son viejos de cuerpo y espíritu. No los culpo, la vida no es fácil y el Perú ha pasado por tanto... Esa chispita social interna me hacía sentir hasta hoy responsable por convertirlos en personas positivas, felices, por sacarlos del lado oscuro. Hasta hoy.
Hoy en el trabajo ofrecí una charla sobre aprendizaje y desarrollo que vine promocionando durante toda la semana y en dos horarios. Asistieron cinco personas y sé que de ellos sólo uno está trabajando en un plan consciente de desarrollo a futuro para él y su equipo. Sé también que la próxima semana el resto empezará a comentar en los pasillos que "por qué no se hace una charla sobre aprendizaje y desarrollo, hace falta" y que cuando yo diga "si la hice la semana anterior y fueron cinco gatos", ellos me dirán "es que no tenemos tiempo" o "para qué, si al final acá no pasa nada".
Hasta hace una semana me bajoneaba bastante este disco rayado. No lo podía evitar, luchar contra la corriente cansa. Pero hoy, genuinamente entendí que cada persona es dueña de su propio destino y finalmente es responsable por ser feliz. No me he rendido, no, si no que he reorientado esa chispita interior para fines más productivos.
Hoy he resuelto no dejarme tocar otra vez por esas voces opacas, ásperas de tanto humo, así vengan de dentro mío. Desde hoy seré de esos espíritus que no se bajonean nunca y que construyen. Hoy termino por poner mis dos pies al frente y creer que siempre se puede.
Hoy avanzo, extiendo los brazos y me siento joven, de pelo largo y sin canas. Hoy respiro.
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti
P.D: Lindo poema de Benedetti, musicalizado magistralmente por Illapu. Mi pita en el dedo para recordar cómo mandar la goma a los que no creen que se pueda hacer algo más.
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