Una de las tantas pasajeras del mundo. Esta es mi mirada a las cosas que pasan conmigo, en Lima, y -si me entero- en el resto del planeta también.

4/11/2010

Ella baila sola - o en grupo

El sábado pasado se casó por religioso una gran amiga del cole. Mi esposo estuvo enfermo, así que fui sola a la ceremonia y al posterior gran tono. ¡No me iba a perder este acontecimiento por nada del mundo!

Para variar, llegué con algunos minutos de retraso a la iglesia. Al finalizar la ceremonia y ver a mi amiga saliendo feliz del brazo de su germano esposo, ví con alegría otras caras conocidas: las amigas del cole. Abrazos y besos después, me entero que también llegaron tarde -como que es una convención social en la mujer limeña de hoy. Dos de ellas me presentan al esposo, la otra a su amigo y otra fue sola, todos preguntan por Alfre y así, actualizándonos de nuestras vidas, nos dirijimos en grupo a la fiesta.

Al llegar a la casona donde se hizo la fiesta, la nuestra era la mesa de "las chicas del cole" y era, obviamente, una mesa de parejas. Yo, como toda buena señora casada tomé lugar en esa mesa también. Claro, a la chica del cole que fue sola le asignaron la mesa de "los solteros", pero como llegamos temprano y su mesa lucía vacía, ella optó por sentarse con nosotros, total, Alfre no venía y había un sitio vacío. Esta amiga y yo quedamos, entonces, en ser pareja oficial de baile, ambas nos reímos, yo pensé que era broma.

Los invitados iban llegando y la mesa de "los solteros" se convirtió en la "mesa alemana" por las parejas peruano-alemanas y el alemán soltero y guapo que se sentaron ahí. La única silla vacía en esa mesa era para mi amiga la soltera y al lado del señorito teutón. Ya veían a mi amiga casada y a mí empujando a la amiga soltera a que se posicione en su mesa: que si ahora es cuando, que si el pata está bueno, que si un besito aunque sea, etc. Mi amiga, aparte de ser soltera, no tiene "compromiso" hace mucho tiempo, entiendan.

Cuando esta amiga estuvo a punto de aceptar nuestros sabios consejos, ¡zas!, otra soltera tomó su lugar. Fue bien sútil la verdad, se acercó primero a saludar en plan amiga, luego sonrisitas aquí y otras por allá, una movidita de pelo, un "estoy cansada por los tacos" y así sin más ya estaba sentada en la mesa. Ni modo, mi amiga se quedó sin banco y en barranco (osea en mi mesa) y recordándome la promesa de bailar juntas esa noche, yo seguí creyendo que era broma.

Llegaron los novios, hablaron los padres, brindamos por ellos y la fiesta empezó. Mi amiga la soltera, cual resorte, se volteó para sacarme a bailar. Le dije tímidamente que no, que la próxima canción, pero ella no creyó en nadie y ¡jua! que me saca a bailar. La verdad es que me sentí rara estando en el medio del patio, toda ajustada (el corset de mi vestido era a prueba de gravedad) y en taco 9, bailando con otra mujer casi medio metro más alta que yo... (mi amiga mide 1.90m y yo 1.60m).

La última vez que bailé con otra chica fue hace 3 años en una salida de chicas con la novia de este matri y sus amigas de universidad. Después de varios mojitos encima, nos fuimos a La Sede y la pasamos re-bomba. Siempre me gustó ir a La Sede cada vez que salía con mis amigas, ponían la música que me gustaba, bailaba como quería y con quien quería y hasta la hora que me daba la gana (quedaba a 4 cuadras de donde vivía y podía regresarme a pie y sin el temor de toparme con un taxista violador).

Por ser una discoteca "abierta", en La Sede no eramos vistas como "solteras desatadas" ni "angurrientas busca novios", sólo chicas que querían divertirse entre chicas, lo opuesto a cualquier otra discoteca para heterosexuales en donde nunca falta un atorrante o dos que si te ven bailando sola o en grupo se te acerca para iniciar el siguiente diálogo:

ATORRANTE
- Hey flaca, ¿por qué tan solita? (lenguaje corporal: llegó tu salvación nena)

TÚ:
- ¿Sola? ¿No ves que estoy con mis amigas? (nota mental: ¡so pedazo de imbécil!)

Hasta acá el atorrante promedio se da cuenta de que no va a conseguir de ti ni las gracias si sigue de espeso, así que cambia de estrategia.

ATORRANTE
- Es que no te veo con novio... y una chica tan linda...

TÚ le ofreces una sonrisa en plan de ahora ya te puedes largar y das la media vuelta, mientras tus amigas se cagan de risa del pobre obtuso.

A esto, el atorrante promedio se da por vencido y con el rabo entre las piernas regresa con sus patas a buscar otro blanco que le ligue.

Ahora, te puede tocar el atorrante machista que NO entiende cómo una mujer NO quiera bailar con un hombre (o más bien cómo TÚ has osado chotearlo a ÉL).

ATORRANTE MACHISTA:
- ¿O sea que no quieres bailar? (lenguaje corporal: te lo pregunto por última vez)

TÚ haces de cuenta de que no existe y sigues bailando

ATORRANTE MACHISTA:
- Entonces, ¿para qué has venido? (insiste el baboso)

TÚ:
- ¡Obvio!, para NO bailar contigo (nota mental: ¡pues HUE-VON!!!)
Te das la vuelta.

Para esto, tus amigas ya han rodeado al tipejo ese, así que no le queda otra que largarse con el rabo entre las piernas, ¡ja!

Chicos limeños discotequeros, pasa, sí, cuando una chica baila sola o con sus amigas es porque quiere bailar SOLA o S-Ó-L-O CON SUS AMIGAS, ¡hello! Aunque debo decir que alguna vez nos tocó un chico que fue más inteligente y terminó bailando con el grupo y hasta me dijo en buen plan "¡ustedes sí que saben divertirse!". Después de dos canciones y ver que sus amigos querían unírsenos, lo despedimos diplomáticamente: "tus amigos te están esperando...", así que no tuvieron, él y los amigos, más remedio que vernos desde lejos durante toda la noche.

Bailar sola -o entre chicas- es un símbolo libertario, tiene que ver con un grado de independencia femenina que hemos alcanzamos las chicas de hoy, es romper con lo que estuvo socialmente establecido antes de nosotras - mi madre, por ejemplo, se moría si iba sola a un "compromiso social". Para bailar sola, hay que tener los pantalones bien puestos, tener ganas de bailar y no esperar a nadie más para hacerlo.

Desde que me casé, 3 años ya, mi chip ha cambiado. Doy por sentado que si voy a una fiesta, voy con Alfre y es él mi pareja oficial de baile. Si él no va, como que no me animo, menos si es una fiesta en donde no conozco a mucha gente (es más, si mis amigas del cole no hubieran ido a este matrimonio, con las mismas me regresaba a mi casa después de la cermonia). Y realmente no sé por qué, pues sigo pensando lo mismo, así tenga un anillo en el dedo.

¿Será que ayer mi ímpetu juvenil me hacía enrostrarle al mundo mi independencia? Vivía sola, viajaba sola y salía con otras chicas, en mancha, a bailar. ¿Será que hoy, con una mayor madurez, entendí que no necesito demostrarle nada a nadie? Hoy siento que mi sentido de independencia ha sido repotenciado sí, pero transferido a terrenos más bien privados.

El sábado anterior, mientras bailaba con mi amiga la primera canción, me sentí oxidada, una vieja más. Me hice la cansada y regresé a mi mesa para tomar aire -¡y eso que quería seguir bailando! Varias canciones después me sentí mal por haber dejado a mi amiga sola en la pista de baile. "¡Ya bastante tiene la pobre con que el pata asignado para ella ande en los brazos de la chica rápida como para sufrir otro desplante más!", pensaba yo. Pero que equivocada estaba, mi amiga quería bailar y no me iba a esperar toda la noche para hacerlo, hacía rato que se había unido a otro grupo de chicas que bailaba a su lado. Y es en esos momentos en que la solidaridad de género llega sola. Bailar entre chicas termina siendo un pacto, un aquelarre, un selecto club con la membresía llena. No por las puras el bailar solas o entre amigas es nuestra marca registrada, ¿o han visto a hombres bailando solos o entre ellos?

A este grupo se le unieron, ahí nomás, mis amigas del cole y la novia. Vi que eran felices, bailaban liberadas, celebraban. Me llamaron y fui a bailar con ellas, otra vez, como cuando éramos chicas. De más está decir que esa noche bailé todo lo que pude, sola, con mi amiga y en grupo. Estuve de primera en los trencitos e hice rondita con el zanquero y el cuy mágico durante toda la "hora loca". Y no es broma.

No sé cuando vuelva a ir a una fiesta, nunca planeo las salidas con tanta anticipación, de lo que sí estoy segura es de que no voy a esperar hasta ese día para echarme un dancing conmigo misma.
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5 comentarios: on "Ella baila sola - o en grupo"

Tu hermana dijo...

Que divertido jajajja... los mensos siguen siendo mensos hasta hoy jajaja. Pues q bueno leer un final feliz y tu larga amiga haya roto los tacos en todos los sentidos. Que ganas de bailar me diste, chaoooo que pongo la macarena !!!

Nano dijo...

Pao!!!!!
Me gustó tu post. Eso que dices sobre la libertad que les de a las chicas bailar entre ellas sin pensar en qué dirán o si son solteronas o blah blah blah, también lo sentimos en la comunidad gay.
Pero lo malo es que es socialmente aceptado que bailen dos o más chicas juntas, mas no dos o más chicos. Pequeña gran diferencia. =P
Pero eso sí, en los antros para gente gay, yo sí bailo con todos mis amigachos...y vaya que bailo hasta más no poder... como habrás visto en la fiesta de mi santo... =P
Beso
Nano

Pao dijo...

Doy fe de tus dotes de bailarín mi querido Nano!!! Sobre las mujeres bailando solas, como que es una lucha ganada con el tiempo... ahora siguen ustedes!!! y que empiecen a haber más discotecas "abiertas" en Lima, una pena que La Sede haya cerrado.

Anónimo dijo...

Hola, me gusta mucho la página, el orden, ha ido mejorando con el tiempo... exitos!!!!

Vickmary dijo...

Me gusta mucho como escribes,es tan sencillo y fácil de entender,creo que por eso me encanta además que narras historias que le pueden pasar a cualquier chica... :)